En el mundo del envasado encontramos muchas tipologías de envases, y el mundo del envasado monodosis no es una excepción. Encontramos muchas tipologías, desde envases rígidos a flexibles.
Dentro del envasado stick pack, encontramos varias opciones, ya que el stick pack es un formato que se puede adaptar a las necesidades del proyecto. No únicamente a nivel estético, sino también a la hora de mantener el producto en las mejores condiciones y garantías.
A continuación algunos ejemplos de formatos más populares en los cuales es posible envasar en stick pack.
Stick pack standard
Se trata de un stick pack tradicional, del sobre alargado que todos tenemos en mente.
El cual es muy común en sectores como el alimentario, cosmético, nutricional, farmacéutico e incluso lácteo. De este modo, podemos afirmar que es un formato que permite envasar productos líquidos, sólidos, pastosos y granulados.
Dentro del stick pack estándar pueden haber variaciones como los cantos redondos, el sistema de apertura, etc.
Reúne las mismas características de un stick pack tradicional, pero en vez de tener la soldadura vertical centrada en la parte trasera, la encontramos en un lateral.
Dependiendo de las medidas del sobre, puede confundirse con un sachet, pero la clave para identificarlo son las 3 soldaduras.
En este caso encontramos un stick pack con una forma totalmente personalizada.
En algunas situaciones, el envase lo requiere, o simplemente es por motivos estéticos donde se desea una forma concreta.
En algunos mercados es muy común el envasado en ristras como en la India o Indonesia.
Las ristras son stick packs unidos entre ellos, formando así unas cadenas de un número limitado. En este caso, los stick packs suelen tener una forma más cuadrada, y no es tan común el formato alargado.
Con todos ejemplos queda demostrada la versatilidad del formato stick pack y su capacidad de adaptación al producto, sector y los requerimientos especiales de cada proyecto.